Valquiria es un cortometraje resultado de muchas cosas.

La primera, la imposibilidad de abordar un proyecto teatral con público por culpa de la pandemia.

La segunda, el convencimiento absoluto de que la expresión artística facilita la flexibilidad de pensamiento, de pensar la vida desde otra perspectiva.

La tercera, que el estudio de la Historia necesita de palancas que nos hagan darnos cuenta de que no son datos, fechas y hechos, sino las causas que nos han llevado hasta donde estamos.

La cuarta, que a esta generación digital y audiovisual hay que enseñarle que la imagen, la tecnología, se puede usar para crear.

La quinta, que en el Liceo teníamos una deuda pendiente con el cine y hemos empezado a saldarla.

Y por último, el apoyo incondicional del Liceo y las ganas y el compromiso de las alumnas y alumnos de première A. Y pensar que todo surgió por la necesidad de hacer descansos y mover un poco el cuerpo para combatir ese ambiente de claustrofobia que teníamos todos tras las mascarillas. Y de ahí a Valquiria, y en medio un año intenso, largo, agotador, excepcional, y un grupo de 16-17 años llenos de vida y de curiosidad. Son muy distintos y ninguno ha dudado ni un solo segundo. Ni uno solo. Por supuesto contamos con ayuda técnica tras la cámara (gracias Gabi), las luces y el sonido, pero ahí está el Liceo para darles todos los recursos a los alumnos para que se desarrollen. ¿Cómo crear una pieza de ficción-performativa dentro del aula e inspirada en John Locke, con el que empezamos a asomarnos a los principios del Liberalismo cuando abordamos las revoluciones inglesas como precedente imprescindible para entender lo que estaba por pasar? VALQUIRIA ha sido nuestra respuesta.

Gracias.