Si saber cómo funciona la democracia es muy importante para nuestros alumnos, vivirla en el centro lo es todavía más. Una de las formas que tienen los alumnos de primaria de hacer llegar sus voces es a través del consejo de vida escolar dónde, una vez cada trimestre, los delegados de alumnos representantes de cada clase se reúnen con el director de primaria para transmitir sus observaciones y propuestas para mejorar la vida en su colegio. Más juegos en el patio, aumentar el fondo de libros de la biblioteca, hacer más talleres de cocina,… Son unos ejemplos de las propuestas constructivas de los alumnos que el colegio va a tomar en cuenta con el objetivo de seguir desarrollando el bienestar en el centro.

Dese el curso pasado, una nueva función apareció en ciclo 3 en primaria: el eco delegado, que tiene una misión similar a la de su homologo delegado, pero centrado en las problemáticas vinculadas con el respecto del medio ambiente para hacer de nuestro liceo un eco colegio cada vez más respetuoso del medio ambiente. De nuevo, las propuestas de los alumnos nos “sorprenden” por su pertinencia demostrando su conciencia de lo que se juega a nivel ecológico: comprar material escolar hecho con material reciclado, instalar paneles solares en los techos, plantar arboles en el patio para tener sombra natural,…

Carlos (CM1), lo define perfectamente: “Ser eco delegado, es como ser delegado, pero para la naturaleza”.